Todos se cagan de risa, y vuelven a sentirse tranquilos, parece un juego que sinuosamente se traslada repetidamente tratando de hacernos reír del estupido en turno, hablamos de la vida y nos burlamos de los demás con la intención de que nadie vea nuestros peores detalles, nuestros demonios internos dialogan intentando expulsar nuestra mierda en contra de aquellos que más amamos y odiamos. La gente que nos conoce poco, nos es irrelevante, sabe demasiado poco de nuestro pasado, y le interesa un carajo nuestro futuro. Es aquí donde jugamos al ignominioso juego de ser sociables.
***
Es el puto calor lo que nos tiene así, los indios bajan de los montes buscando un poco de comida, un poco de razón en sus vidas, nosotros no buscamos nada, solo buscamos un pedazo de carne para ponerlo en nuestra entrepierna. Vómitos de sangre rodean nuestro universo, vómitos de razón que no queremos escuchar, después de todo son puros jodidos vómitos lo que vivimos diariamente, esto es lo que teje el ambiente que habitamos, nos convertimos en seres que se retuercen en busca de un poco de atención, atención de un personaje divino que nos esforzamos porque exista, que deseamos que sea los cimientos de nuestra virtud.
***
La felicidad no puede existir sin una serie de elementos que nos hacen miserables.