Tengo 10 horas sentado en la sala de espera, volteo para abajo y veo como la silueta de mi panza se ve enmarcada por el tono azul de la camisa que tengo puesta, apretada por tantos años de diálogos con el alcohol, hace frió pero no puedo dejar de sudar y eso se nota en mis axilas, estoy nervioso, eran cerca de las 4 AM, la luz blanca solo hace el ambiente mas intranquilo. El doctor abre la puerta que esta al fondo del pasillo, se escuchan los pasos y se acerca con una cara de tragedia.
La veo desvanecida, el parto fue muy difícil, volteo a ver la cosa que salio de su vientre y no tiene rostro, parece un pedazo de acero fundido con alambres que le cuelgan de todo su cuerpo, tenia un color oxidado, una figura impresionante, no estoy seguro que fuera algo de orgullo mencionarlo, pero yo soy su padre. Se encontraba ahí, sin llorar, sin hacer gestos. Como saber si estaba vivo?, el doctor lo toco y sonó como si hubiera chocado dos pedazos de metal, lo tenían que secar, el agua puede llegar a ser mortal, el oxido puede acabar con su vida mucho antes de haber empezado a crecer, incluso para nosotros, como le daría pecho su madre, si después le da tétano.
Ya va a cumplir dos años, y a sido difícil vivir con esto, estamos a la espera de que algo grande ocurra, verlo todos los días tratando de moverse nos pone en una posición difícil, no nos queremos imaginar si algún día llega a explotar, acabaría con todo el vecindario. Llega el perro y levanta la pata para orinarlo, un día más, y nada parece tranquilo en nuestra casa.
Primera semana en la primaria, sus profesores nos han dicho que tiene ciertos problemas con los otros niños, algunos se burlan de el, y el se enoja. Toda la escuela empieza a tener miedo de que algún día pueda explotar, todos lo rechazan, me hablan por teléfono para decirnos que ya no lo quieren en la escuela, “por favor absténgase de traerlo, el niño es su problema, no es el nuestro”.
Tiene 15 años y a pasado por momentos difíciles, me gustaría escucharlo hablar, me gustaría que no fuera una bomba, esta muy solo y nada parece que lo pueda ayudar, pasa por una depresión muy grande, espero que logre superar esto.
Lleva dos semanas encerrado en su cuarto desde que su madre murió de tétano, no se que hacer, le digo que vamos a ir a un doctor para que nos ayude con sus problemas, y parece que el solo me ve, nos vamos en el carro, un semáforo se pone en rojo, un perro corre por un lado persiguiendo un gato, al fondo se ve un río, mi hijo empieza a estremecerse y trato de controlarlo, la gente que camina por la calle voltea, y sale corriendo, el perro nos empieza a ladrar, lo suelto y el explota.