Después de algunos años de seguir amarrando la misma cuerda en las columnas que soportan los edificios, el funambulista se da cuenta que se esta desgastando, y que su periodo de vida esta por terminar. Elegir nuevos hilos, hacer la misma técnica que sus antecesores le han ensenado, titubea por un momento, y piensa en porque no cambiar el material, adaptarse a nuevas tecnologías, porque no poner un cable de acero, y tener mas seguridad, porque seguir con la misma tradición. Esa misma noche es la hora del espectáculo, su ayudante con unas mancuernas de seguridad prueba un poco la cuerda para saber si resiste, la cuerda reacciona de una manera óptima. El momento llega, y una luz estridente alumbra la ventana del octavo piso de un edificio residencial que se encuentra en el centro de la ciudad, el otro lado de la cuerda se detiene en el edificio que esta celebrando su inauguración. Que pensarían su padre, su abuelo, la familia entera que por generaciones habían ensenado este arte a sus vástagos. Va a caminar cuarenta metros en la cuerda floja, por unos empresarios que quieren festejar su nuevo rascacielos, la verdad es que esa seria una pregunta muy sencilla, y dentro de tantas cosas que piensa esa noche, cualquier respuesta seria valida. La gente que lo observa en la calle cerrada, dentro de toda las graderías que se han puesto, aplaude, no mas fuerte que cualquier espectáculo de televisión basura, los organizadores piden silencio. Piensa en el pasado, y piensa en el futuro, sabe que solo al empezar a caminar en esta cuerda puede vivir el presente, después de tantos años caminando en esta línea delgada y recta, cree suponer que el presente no se puede pensar, y solo en ocasiones se puede vivir, y solo se puede hacer esto en una situación donde un pequeño error puede provocar la muerte, esa pequeña y delgada línea recta, vieja y desgastada, de la que depende su vida, la que le da sentido al presente. Camina lentamente, sentir miedo seria absurdo, sentir seria absurdo, solo se esta en un no momento, en un no lugar. Da el ultimo paso y toca los manguetes de madera, que le dan el contorno a la ventana del edificio recién construido, escucha aplausos, escucha personas que le preguntan cosas, escucha pero ya no esta en el presente, ahora su cabeza esta en el pasado, y así seguirán los días, hasta que tenga una fecha para su siguiente acto, y su cabeza este en otro tiempo.